18 de mayo de 2021
(Basado en publicaciones de EL ESPECTADOR, EL TIEMPO, RT NOTICIAS, CNN EN ESPAÑOL)
Alias "Jesús Santrich", siendo firmante de los Acuerdos de Paz y uno de los líderes del nuevo partido FARC que ocuparía una curul en el Congreso de la República, fue arrestado el 9 de abril de 2018, en una operación con fines de extradición a EE.UU. por narcotráfico en la que participó la DEA.
Días antes, el 4 de abril de 2018, la Corte para el Distrito Sur de Nueva York había ordenado la detención de 'Jesús Santrich' por su presunta responsabilidad en la producción y distribución de 10.000 kilogramos de cocaína, que salieron desde Colombia con destino a EE.UU. De acuerdo con la acusación formulada por la Fiscalía para el Distrito Sur de NY, entre enero de 2017 y abril de 2018, el susodicho conspiró para traficar cocaína a EE.UU con la ayuda de sus socios Marlon Marín y Fabio Younes Arboleda (extraditado en octubre de 2020).
En mayo de 2019 la Jurisdicción Especial Para la Paz (JEP), concedió a Santrich la garantía de no extradición con el argumento de que las pruebas aportadas por EE.UU. eran insuficientes.
En aquella oportunidad la JEP ordenó a la Fiscalía que lo dejara en libertad tras permanecer 416 días preso. A los pocos días Santrich abandonó el proceso de paz del cual había sido negociador y volvió a tomar las armas como disidente de la guerrilla a mediados de ese año.
En mi concepto, hubo una prolongación ilícita de la libertad que excedió por mucho el término previsto en la Ley (90 días en eventos de concurso de delitos), de hecho, así lo alegó Santrich ante la JEP pero la nueva Corporación se hizo de oídos sordos, aun cuando a fin de cuentas adujo que no existían pruebas en su contra.
En concreto, la Fiscalía arguyó que existían más de 24000 grabaciones que no solo comprometían la responsabilidad de Santrich sino que aseguraban su culpabilidad, pero solo fueron allegadas 12, que resultaron ser parte de un montaje por el cual Nestor Humberto Martínez acabó renunciando, pese a que jamás admitió esa realidad.
El Espectador publicó un informe detallado acerca de que la "Fiscalía participó en una entrega" de cinco kilogramos de cocaína para involucrar a Santrich con el narcotráfico y lograr su extradición a EE.UU.. De hecho, quedó evidenciado que la agencia estadounidense de Administración de Control de Drogas (DEA) "estaba realizando una operación de entrampamiento contra los negociadores de la guerrilla".
Tras los escándalos en que se conocían más detalles, como que la droga salió de los propios almacenes de evidencias de la Fiscalía para volver a ellos, el Fiscal General presentó su renuncia y anunció la publicación de un libro con “todos los argumentos necesarios para rescatar su buen nombre” y las pruebas de que las “FARC son el mayor cartel de narcotráfico en Colombia”, pero el libro todavía no sale.
Aunque Santrich fue señalado como prófugo, cuando retomó las armas era hombre libre, al menos en el papel, porque su esquema de seguridad, continuaba siendo su carcelero. Más tarde, desde la selva, explicó que temía por su vida y desconfiaba de las instituciones, que escapó de sus captores ante la ausencia de toda garantía, la presión de la DEA y la demostración de que ni siquiera la JEP escapaba a las órdenes de alguien más (recordemos que su privación de se libertad se extendió casi un año más de lo permitido)
En Julio de 2019, Santrich se convirtió en un verdadero prófugo, en estricto sentido, ya que la Corte Suprema de Justicia, lo citó para una diligencia (no me queda claro cuál), y ante su inasistencia ordenó su captura (Nótese que la orden de detención no responde a las acusaciones de la Fiscalía ni al pedido de extradición, pero los medios replicaron en otro sentido).
En septiembre de ese mismo año, luego de que tampoco asistiera a una cita judicial señalada por la JEP, este tribunal lo excluyó, junto al “El Paisa" por considerar que son desertores del proceso de paz, lo que condujo a que perdiera todos los beneficios de la justicia transicional.
Este jueves 13 de mayo de 2021, la Sala de Casación Penal emitió un "concepto favorable" para la extradición de 'Jesús Santrich' a EE.UU., al considerar que las acusaciones de “concierto para delinquir” y “tráfico de estupefacientes” que le son imputados en el extranjero "carecen de connotación política"
El viernes pasado (14 de mayo), Duque aprovechó para salir en defensa de la Fiscalía y afirmó que "Jesús Santrich es un mafioso, es un narcoterrorista y está siendo perseguido por la Justicia colombiana y por la Justicia internacional", que "no es una mansa paloma, un angelito del bien, perseguido por la justicia", y que no había "un entramado para deslegitimarle su buen nombre de trayectoria criminal de décadas".
Ahora está muerto, otro resultado del conflicto. Hoy en la W dijeron que según algunas versiones, fue dado de baja por el Ejército en Colombia, lo que no coincidiría con la versión oficial de que se dieron combates entre grupos ilegales en territorio del país vecino.
Fuera de texto, estoy convencido de esto es parte del complot para "hacer trizas" los acuerdos de paz, que fue una ejecución extrajudicial liderada desde el Gobierno Colombiano, que ya tenían su ubicación exacta pero debían esperar a que se definiera su extradición, pidiéndole a la Corte Suprema que lo hiciera con prontitud en tal sentido, para justificar su asesinato en calidad de delicuente prófugo, porque no estaría de más, y que no se cuestionara la actividad militar soberana contra quienes atacan la institucionalidad. Ahí salió EL TIEMPO, a través de uno de sus editories, hablando de lo tarde que llegó la justicia...
Ver artículo en ELTIEMPO: El caso 'Santrich': La Justicia que aparece cuando ya para qué
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