GEOPOLÍTICA
Para responder a la pregunta: ¿Qué es la geopolítica?,
decidí compartirles el siguiente artículo publicado el 24 de Marzo de 2020 por
la revista digital “El Orden Mundial”, en su página web, que me permito
transcribir:
“La geopolítica es una disciplina bastante reciente. El
término se acuñó por primera vez en 1905, pero no sería hasta los años 30
cuando tomó relevancia de la mano del general alemán Karl Haushofer; sus
teorías popularizaron el término y la disciplina, hasta el punto de que Hitler
tomó algunos de sus conceptos para elaborar la ideología nacionalsocialista.
Esa vinculación con el nazismo hizo que se dejara de hablar de “geopolítica”
durante algunos años y que no se cultivase la disciplina por las connotaciones
tan negativas que desprendía. No sería hasta los años 70 y 80 cuando se saltó
este obstáculo y se volvió a trabajar en el campo geopolítico, aplicando el
término geopolitik para referirse a la teorización nazi y de esa forma
distinguirla de la nueva disciplina.
Así, “geopolítica” se entiende hoy principalmente como
sinónimo de “geografía política”: la disciplina que estudia cómo se dispone del
espacio y qué impacto tiene este desde un punto de vista político, ya sea por
parte de un Estado u otra entidad política. Es decir, abarca desde el estudio
de las fronteras hasta la importancia de ciertos recursos naturales para las
relaciones exteriores de un país. Bajo esta definición, la geopolítica tiene
una vertiente claramente práctica: desde el principio, sus teóricos estuvieron
muy vinculados a los Gobiernos, y enfocaron su trabajo hacia la toma de
decisiones y la elaboración de estrategias políticas.
No obstante, la geopolítica también tiene al menos otros
dos significados. El primero la concibe como la visión a través de la que una
entidad política ve el mundo y su lugar en él, que tiene un impacto sus
acciones y estrategias. Así pues, un ejemplo sería la política de la Unión
Europea hacia sus vecinos del este. En segundo lugar, la geopolítica también
hace referencia a las teorías que se construyen para entender el mundo aunando
geografía y política. Un ejemplo de esto es la teoría del heartland, de Halford
Mackinder, que divide el mundo en diversas zonas, siendo el área pivote o
heartland la que hay que controlar para dominar el globo.
Un ejemplo clásico de teoría geopolítica es la
del heartland, que divide el mundo entre un área pivote y las crecientes
interior y exterior. Según Mackinder, quien domine Asia Central dominará
Eurasia y quien domine Eurasia dominará el mundo.
Recientemente también han surgido otras visiones que
apuestan por reformular la geopolítica, como la que propone una geopolítica
“situada” que tenga en cuenta las condiciones de las que se parte —género,
edad, etnia, clase socioeconómica, nacionalidad, etcétera— a la hora de crear o
aplicar la teoría geopolítica. Además, ya hay quien plantea que el próximo paso
es incluir también el estudio del espacio ultraterrestre en los estudios
geopolíticos.”
...
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Geopolítica y globalización:
La globalización es un concepto del que ya mucho se ha
hablado y que se refiere al proceso histórico basado en las relaciones
económicas ligado a la desaparición de las fronteras socioculturales a partir
del flujo masivo de mercancías y de la información. Algunos gobiernos procuran
redibujar sus límites culturales y religiosos imponiendo censuras de todo tipo
contra las tendencias filosóficas y estilos de vida que se presentan en aquel
flujo como modelos de libertad y seguridad. En el mismo propósito surgen
movimientos sociales, comunidades y hasta individuos que se oponen a las modas
extranjeras o novedades endógenas creando o desarrollando contraculturas que en
veces resultan en la fatalidad, o desencadenan en el flagelo que hoy por hoy
azota a la humanidad: el terrorismo.
Como fenómeno social, la globalización está muy ligada al
consumismo; en realidad se trata de una oportunidad de mercado que, como
herramienta empresarial, dinamiza las cadenas de suministro a nivel mundial.
Sin embargo, cuando los intereses macroeconómicos se
entrelazan con factores de poder asociados a decisiones políticas respecto de
la geografía transnacional, surge la geopolítica como disciplina para
comprender las relaciones y estrategias que se desarrollan a la par que los
conflictos que tales decisiones suscitan, y muchas veces para formular
propuestas de acción para el cambio.
Tal cual se habrá advertido hasta aquí, la geopolítica como
herramienta analítica, puede ser pasiva o activa, esto es, utilizada para
interpretar relación de variables en acontecimientos históricos o actuales, o
para establecer posiciones clave mediante la implementación de decisiones
tácticas en el ajedrez mundial
En Colombia es posible estudiar geopolítica en diversas
universidades, bien una maestría, un diplomado, o un módulo complementario de
ciencias políticas o económicas, en las primeras con enfoque analítico y en las
segundas con enfoque propositivo, casi siempre con fines de mercadeo en el
mundo laboral.
La globalización, en su aspecto informático, es decir, el
fenómeno socio económico, cultural y científico por el que todo tipo de
información se ha masificado y puesto al alcance del mundo entero, facilita el
sofisma y proliferación de expertos en geopolítica, que, sin embargo, al igual
que los académicos, confrontan el reto de desentrañar lo falso de lo verdadero,
la superficialidad de lo profundo, lo supuesto de lo probable y lo oculto de lo
evidente.
Sesgos
Cuando hablamos de Geopolítica, es inevitable no pensar en
los intereses de las naciones más ricas y poderosas, de los países hegemónicos,
sus opuestos, y de la capacidad bélica con que siempre respaldan sus
decisiones. De entrada, ésta implica una orfandad de propósito, pues las
acciones de poder no requieren justificación alguna cuando la amenaza las
precede.
Así, el primer y más importante sesgo en la geopolítica, es
la posición de poder del actor o del analista a su servicio, una dirección,
digamos, exprofeso. Esta orientación o sentido que tiende a corromper el
análisis de los incautos, fácilmente adquiere adeptos y multiplicadores que se
identifican con una causa o sentimiento patriótico o de admiración que se torna
en un círculo informativo facilitador, muchas veces de tratos inhumanos,
atentados contra las libertades, genocidios y graves violaciones al derecho
internacional.
Otro sesgo en la geopolítica está indicado en el propósito
del actor o del analista, pues antes de examinar los hechos, ha efectuado un
filtro de aquello que interesa a su intención, verbigracia el mercado mundial
de valores. En esta orientación también se encuentran personas cuyos intereses
personales les permiten aceptar o adoptar medidas facilitadoras.
El tercer sesgo, no menos importante pero de impacto
transversal, se halla en la persona que asume el rol de analista geopolítico, ya
sea como académico, experto o como simple aficionado, dejando de lado a los que
llamaremos replicadores: Se trata de la perspectiva basada en el privilegio o
en la carencia (opresión/resistencia).
Este último grupo, a diferencia de los dos primeros que
crean situaciones concretas e impactantes, acude a la información disponible y
se dedican a la tarea de recopilar, confrontar y comparar datos, estadísticas y
noticias a fin de formular explicaciones y escenarios plausibles. Su público es
el grueso de la población, y muchas veces, asumen deliberadamente posiciones
con las que pretenden obtener beneficios o respaldo a otras causas subyacentes,
por ejemplo, desviar la atención de conflictos locales, proteger bienes o
causar contrariedades con fines electorales.
*Fuente: Internet
Conflicto Rusia – Ucrania
Es evidente que el actual conflicto en suelo europeo es una
nueva versión de la Guerra Fría entre los poderes de Occidente y Oriente, en un
mundo que consideramos hasta ahora Unipolar.
Estados Unidos y Reino Unido no tienen intenciones de ceder
el poder que han ganado desde la caída de la URSS, menos en el momento en que
estaban a punto de acorralar a Oriente con dos estrategias de guerra: la vieja
confiable bélica y la nueva económica. La primera con sus intervenciones
militares en todo el mundo y en particular cercando con misiles a la Federación
Rusa a través de la OTAN y la segunda desatada contra Rusia en medio de este
nuevo conflicto, pero que está por demostrarse que más parece un tiro en el pie.
En este escenario se está gestando otro campo de guerra: La
manipulación de la información. Mientras Rusia trata de mostrar al mundo su
punto de vista, los poderes de Occidente con EEUU a la cabeza cierran canales
de televisión, redes sociales, medios informativos, bloquean señales satelitales
y de internet en todo el mundo, contra agencias periodísticas, aplicaciones de software,
emisoras y hasta personas que repliquen noticias provenientes del supuesto
agresor o que puedan ser catalogadas como prorrusas e ir a dar a la cárcel.
ESQUIRLAS: 1. La Secretaría General y sede principal de la ONU
está ubicada en New York. El despido de los empleados rusos de la ONU y la
expulsión de los diplomáticos declarados personas no gratas, luego de que
durante la Asamblea General Extraordinaria 140 diplomáticos abandonaron el
recinto justo antes de la intervención de la delegación rusa para exponer sus
razones de la incursión militar en Ucrania, y que resultó en 141 votos
aprobatorios de la Resolución condenatoria, anuncia el fracaso de esa
institución creada para mantener la paz mundial.
2. Actualmente EEUU es
acusado por China de socavar la arquitectura de la Asociación de Naciones del
Sudeste Asiático (ASEAN) con la finalidad de sabotear las relaciones de
cooperación de los países de la región a través de la llamada “estrategia Indo
– Pacífico”, pero que en realidad pretende la creación de una nueva versión de
la OTAN en esta parte del mundo.