Friday, September 11, 2020

IZQUIERDA Y DERECHA

Voy a tratar de hacer una sucinta distinción entre lo que es Izquierda y Derecha de acuerdo con lo que yo entiendo con base en lo que he leído: existen cuatro hitos comunes entre la izquierda y la derecha que son la seguridad, el control, la libertad y la igualdad, pero tanto la Izquierda como la Derecha privilegian unos sobre otros. Así, para la Derecha la seguridad y el control son prevalentes, mientras para la Izquierda lo son la libertad y la igualdad.

En ambos lados del poder el control se ejerce a través de la institucionalidad y la burocracia, pero para la Derecha la seguridad implica la fortaleza del Estado y teme que ante la debilidad la libertad se confunda con libertinaje y que so pretexto de la igualdad, se pierda la autoridad y con ella el valor de las instituciones sociales como la familia, por eso mismo a los organismos públicos y a los funcionarios se les concede competencias y poderes que muchas veces exceden su razón de ser. La seguridad se vuelve una necesidad vital y el control se usa para justificar y mantener el poder, preordenando o enlistando y delimitando las libertades en función de la tranquilidad general y el orden, y la igualdad se vuelve una cuestión de número; Para la Izquierda, la libertad y la igualdad están en el mismo plano de importancia y tienen basamento en la Ilustración, en íntima relación con la dignidad del ser humano, con el ideal de concederle a los individuos el control de sus propios actos y la responsabilidad que eso conlleva, por eso considera la educación una necesidad vital. El límite de las libertades estriba en las libertades ajenas y la igualdad se asemeja a la equidad, donde se hace indispensable intervenir fomentando ciertas desigualdades en favor de quienes no están en condiciones propicias de ejercicio, para que las oportunidades se puedan materializar verdaderamente (igualdad dentro de la desigualdad). La seguridad y el orden son una consecuencia de la responsabilidad consciente, individual y colectiva, y el control, se usa principalmente para mantener el orden y el cumplimiento de los fines del Estado, así como para corregir los comportamientos desviados.

No obstante, tanto la derecha como la izquierda tienen el riesgo del totalitarismo y volcarse hacia el control del poder, esa frontera donde las cabezas de ambos extremos se reconocen y se sostienen mutuamente porque sus intereses dejan de ser ajenos. Norberto Bobbio explica con detalle la distinción entre ambos sectores políticos y deja concluir que son dos discursos aparentemente opuestos pero que en sus extremos son iguales.

El orden impulsado por los regímenes de extrema derecha lleva consigo la dificultad de la apariencia, representada en infraestructura usualmente perdurable y arquitectónicamente vistosa o atractiva (el arte prospera en la represión, porque se convierte en un modo de libertad), pero facilita la segregación. En Latinoamérica, Argentina con Videl, Chile con Pinochet, Venezuela con Marcos Pérez, Uruguay con Bordaberry y Bolivia con Barrientos y luego Banzer, tuvieron un repunte económico importante pero a un costo desmedido que más tarde les pasaría factura con sendos intereses que aún no logran pagar (p. Ej. Argentina perdió casi todos sus bosques, Chile privatizó el agua, Uruguay despojó a los indígenas y entregó sus tierras a particulares perdiendo la prerrogativa estatal del orden público, Venezuela eliminó y escondió a los pobres y cedió los yacimientos de petróleo y Bolivia toleró la privatización del subsuelo e ignoró a los indígenas llegando a ocupar los primeros lugares entre los países más pobres del mundo).

En Colombia no ha estado clara nunca la distinción entre Derecha e Izquierda, aunque se ha identificado históricamente a los conservadores con la primera y a los liberales con la segunda, ha habido inclinaciones hacia uno y otro lado en ambos partidos políticos que gobernaron el país entre 1886 y 1991 (incluso hasta 2001), pero está visto que en el ejercicio del poder poco dejaron al pueblo, porque en ambos sectores sus dirigentes se reconocen como pares y claramente velan por sus propios intereses, dejando una que otra obra o legado de valor general y significativo. La confusión de la conceptualización entre los ciudadanos ante ambos polos se debe a la mala prensa de un lado y de otro, p.ej., la identidad de la derecha con los regímenes nazi, falangista o fascista y la identificación de la izquierda con los regímenes comunistas (que es otro cuento diferente porque se refiere, particularmente, a políticas económicas).

Nuestros problemas en este asunto están atados a odios creados o atizados desde las Misiones del Banco Mundial (Kemmerer, Currie y Hirshman) a principio del siglo XX y luego el Macartismo, dando paso a los conflictos políticos armados junto al surgimiento de grupos guerrilleros que después fueron identificados como terroristas para restarles toda vocación ideológica ante la incapacidad estatal para hacer presencia en lugares apartados, donde luego se fomentó y proliferaron grupos paramilitares sin ninguna pretensión política pero sí de protección del estatus quo, dejando, sin cesar, desde la época de La Regeneración, millones de víctimas del conflicto armado.

La historia reciente colombiana, en manos de determinada élite que ahora anunucia su reescritura, revela cómo determinados dirigentes se han encargado de desdibujar esas sutiles distinciones y aprovechando la ignorancia generalizada, exacerbando viejos miedos, han llevado a las mayorías a creer con cierto grado de inflexión que Izquierda es lo mismo que ilegitimidad, que es igual a socialismo, igual a comunismo, igual a pobreza, igual a guerrilla o guerrilleros, igual a terroristas y han acuñado nuevos términos peyorativos con ínfulas de constituir conceptos, tendientes a criminalizar y estigmatizar a todo aquel que se ubique fuera de la línea trazada.